Reseña: "Penélope y las Doce Criadas" de Margaret Atwood.

TÍTULO: Penélope y las Doce Criadas.
AUTORA: Margaret Atwood.
EDITORIAL: Salamandra.
PÁGINAS: 167

Si hay algo que me fascina en la literatura contemporánea son los retelling de las historias clásicas. Ya sea de cuentos, de leyendas o de mitos, gracias a estos libros escuchamos una voz diferente que cuenta una popular historia desde otra perspectiva. Esto le da oportunidad a los personajes secundarios, a los villanos o a los perdedores de complejizar la historia que conocemos hasta el cansancio, agregándole detalles que tal vez fueron minimizados o ignorados, y desafiando la versión que quedó instalada en la cultura.

 

El último libro que leí de este estilo es "Penélope y las Doce Criadas" de Margaret Atwood. En esta historia, escuchamos la voz de Penélope, quien cumplió con el estereotipo de esposa ideal, fiel, perseverante y sumamente inteligente en La Odisea. Cuentan los mitos clásicos, a los que Penélope se refiere como "rumores", que, mientras volvía de la batalla de Troya, Ulises se enfrentó a infinitos obstáculos, desde el canto de las sirenas y bestias marinas hasta su cautiverio en la isla de Circe. Sin embargo, poco se ha dicho de la espera de Penélope más que la cantidad de pretendientes que intentaban conquistarla y su inteligente estrategia para evitarlos: el eterno tejido del sudario que era destejido por las noches.

"Pero, a estas alturas, ¿a quién le importa la opinión de la gente? ¿Qué valor podría tener lo que opinan los que están aquí abajo: la opinión de las sombras, de los ecos? Así que tejeré mi propia trama."

Atwood nos presenta la verdad de los hechos como interpretaciones de rumores, cuyo grado de veracidad es cuestionable, a través del relato de Penélope en la actualidad desde el mundo de los muertos, ocasionalmente interrumpido por los irónicos cantos de las criadas, inspiradas en el teatro clásico. Una perspectiva ingeniosa, feminista y honesta que nos hace testigos de los días en el palacio, las violaciones a las criadas, la ambición de los hombres y el poder de los rumores a la hora de escribir La Historia. El rol de las mujeres en la mitología, tanto en sus familias como en la sociedad, es claramente explicado capítulo a capítulo a través de las historias de Helena y las criadas, así como la opinión de Penélope (o de un griego clásico si pudiera opinar) sobre la sociedad de hoy en día.

"El agua no ofrece resistencia. El agua fluye. Cuando sumerges la mano en el agua, tan sólo sientes una caricia. El agua no es un muro, no puede detenerte. Va a donde quiere y, al final, nada puede oponérsele. El agua es paciente. Las gotas de agua horadan la piedra dura. No lo olvides, hija mía. Recuerda que eres mitad agua. Si no puedes atravesar un obstáculo, rodéalo: es lo que hace el agua."

El final de la historia es conocido (o, al menos, el final consagrado por los rumores), pero tiene un aroma diferente y mucho menos poético en los ojos de la protagonista. Y resulta, entonces, que como lectores percibimos que los personajes de las famosas Ilíada y Odisea parecen ser reales, con sus virtudes y defectos, con ambiciones, sentimientos reprimidos, decisiones por tomar y que, al fin y al cabo, como nosotros, también Penélope hizo lo que pudo con lo que le tocó vivir.

Incluso hoy en día, para Atwood, aún hay en la mente de Penélope misterios sin resolver, preguntas sin respuestas y sueños sin cumplir. Aún hay rencor en los cantos de las criadas y aún hay un destino atado a cada vida de Odiseo. Me quedaron algunas preguntas, personalmente, después de esta lectura: ¿Qué historia contaremos mil años después desde el mundo de los muertos? ¿Qué nos llevaremos de esta vida que nos ate incluso en el inframundo?

Y, por último, 

¿hubiera podido Homero imaginar siquiera una sombra de nuestra Odisea del siglo XXI?

La Maga.