TÍTULO: Tambula.
AUTORA: Jorgelina Marcos.
EDITORIAL: Luvina.
Hablemos de viajar, que buena falta nos está haciendo. Hablemos de dejar todo en pausa e irnos sin pensar en cuántos días ni en cuántos gastos, sencillamente irnos. A dónde. A donde sea, en primera instancia, pero seguramente, en un tercer o cuarto filtro, sumemos pretensiones. Vayamos a un lugar tranquilo. A un lugar con poca o mucha gente, con muchos o pocos hoteles, con mucho ruido o con mucho silencio. Pero vayamos a algún lugar donde podamos no hacer nada. Pensemos en viajar con un fundamento. Por una convicción, con un propósito claro. Y, aunque no resulte tan relajante, tiene dirección, tiene fuerza; tiene los mismos aires de desafío que cualquier oportunidad de cambiar para siempre la vida.
Cuando Jorgelina Marcos se planteó viajar a Angola, el planteo fue el segundo. Con convicción en la misión cristiana que la llevó a África, a través de "Tambula" comparte su experiencia con claros y oscuros, con anécdotas de tinte cómico y anécdotas de tinte crítico; con todo lo que trae un viaje y la estadía de dos años en un país totalmente diferente al de origen, sumergida en tradiciones radicalmente diferentes a las nuestras, pero con la mente abierta, curiosidad y respeto por todo lo que aún queda por conocer.
Es difícil describir la prosa de un libro que resulta tan fresco y auténtico, que se nota desde las primeras páginas que cuenta una historia absolutamente real. Cada momento relatado se convierte en su propio paisaje, en África, y en palabras encontramos la naturaleza en sí, sin florituras, sin recursos literarios que embellezcan o dramaticen los hechos, porque, como la naturaleza, no los necesita. La perspectiva de Jorgelina Marcos es clara, libre de juicios y de dobles intenciones. Su experiencia de viaje nos es transmitida nítidamente, y nos queda como lectores el diálogo con la obra, la empatía, pensar en cuál sería nuestra reacción ante tal o cual experiencia. Si hubiéramos tenido la misma actitud, o hubiéramos vuelto a Argentina en el primer gusano blanco.
Respecto al proceso de lectura, además de acercarnos a una experiencia sumamente inusual, el libro nos regala capítulos ágiles, dinámicos, livianos, que nos llevan de anécdota en anécdota sin notar el paso del tiempo ni de las páginas. Es de esos libros que tal vez se puedan leer en un fin de semana, que no pesan, a pesar de la contundencia de algunos episodios. Por otra parte, las ilustraciones entre páginas de distintos artistas y en distintos materiales logran reflejar la esencia del relato, así como el increíble diseño de la portada.
No sabría decir estadísticamente cuántas personas pensaríamos en realizar viajes como éste; no sabría decir cuánto tiempo podríamos llevar una vida tan austera y dedicada, tan laboriosa y solidaria. No sabría decir cuántas personas elegiríamos esta experiencia así fuera totalmente gratuita.
Pero sí creo que a todos nos viene bien recorrer las anécdotas de quienes sí lo eligieron, al menos a través de la lectura, para recordar que nos queda el mundo por descubrir, así como el valor de nuestras raíces.
La Maga.
JORGELINA MARCOS
Nació el 29 de abril de 1984. Estudió en la EP N° 4 Don José de San Martín y después hizo sus estudios secundarios en Escuela Agrotécnica Salesiana Don Bosco, ambas de Uribelarrea. Es Técnica en Producción Agropecuaria y luego hizo la Licenciatura en Psicología en la Universidad de Buenos Aires. Gracias al paso y al conocimiento de la obra de Don Bosco, en abril del 2010 se fue a Angola, África. Actualmente trabaja de Psicóloga en dos instituciones y participa del Taller de Corrección de Claudia Cortalezzi, donde nació Tambula.
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