Reseña: "Agujas Doradas" de Michael McDowell.
Hay elementos que, cuando aparecen en un libro, automáticamente nos remiten a lo gótico. Hay catedrales, campanarios, cementerios con monumentos oscuros y tenebrosos; hay luces y sombras, con el fin de reafirmar la presencia de la oscuridad; hay muertes, cadáveres, morgues, presencias inexplicables y el terror de la propia mente humana. Si a estos elementos les sumamos personajes turbios, siniestros, misteriosos, criminales... En una palabra, oscuros, no hay forma que escapemos del libro sin sentir, por lo menos, escalofríos.
Entre tantos escritores que han triunfado en el género, la mayoría pertenecientes a fines del siglo XVIII y principios del XIX, deberíamos (si es que no lo hemos hecho todavía) contar a Michael McDowell. En "Agujas Doradas", conocemos a dos familias enemistadas en la Nueva York del 1882: los Stallworth, una familia aristocrática y poderosa con gran influencia en la iglesia, la justicia y los medios; y los Shanks, un clan criminal principalmente femenino de la zona más peligrosa de la ciudad. Sus enfrentamientos y sed de venganza nos mostrarán la cara más oscura de su época, la ambición, la determinación y la venganza.
Tanto en "Agujas Doradas" como en su otra novela "Los Elementales", el autor nos cuenta una historia en la que la combinación de todos los elementos góticos indispensables funciona a la perfección. La atmósfera se vuelve oscura desde las primeras páginas, con escenas turbias, paisajes de humo y carretas, personajes misteriosos pero definitivamente tenebrosos y episodios que nos generan inquietud y curiosidad al mismo tiempo. Es indiscutible que la pluma de McDowell es experta en todo lo que vuelve a una historia gótica y no tarda en llevarnos de viaje a esta época de miseria extrema, enfermedades incurables, muerte infantil, adicción al opio y crimen organizado e incontrolable. La sed de venganza se lee en cada párrafo, así como los enfrentamientos de dos clanes sumamente poderosos en distintas esferas de una misma ciudad.
Por otra parte, lo único que delata que estamos hablando de un autor contemporáneo es el poderoso rol que le concede a los personajes femeninos, mujeres determinadas, inteligentes, desafiantes y decididas a luchar por su propio destino. A pesar de que la presencia de personajes masculinos también es relevante, son ellas las que marcan con sus elecciones el curso de la historia más allá de las imposiciones sociales, culturales e históricas de la época. En este sentido, el mensaje feminista es poderoso y pisa fuerte, en un contexto en el que pocas veces las mujeres han tenido voz o posibilidad de contar su versión de la historia.
Muchos autores han logrado retratar épocas o momentos históricos que les son ajenos con éxito, pero pocas veces escuchamos el nombre de Michael McDowell entre ellos. Cabe destacar, como ya fue mencionado, que sin duda logra dar con el tono perfecto para que el gótico cobre vida y algunos de los personajes más oscuros y atormentados del género. Si hay algo que me deja esta lectura es lo que debería dejar cualquier lectura gótica.
Oscuridad, escalofríos,
Y el eco de una gran historia.
La Maga.
Michael McDowell, nació en 1950 en Enterprise, sureste de Alabama, cerca de la frontera de Florida y el golfo de México. Se graduó con honores en Harvard, y en 1978 obtuvo un doctorado en Literatura Inglesa y Norteamericana en la Universidad Brandeis.
“El mejor arte surge de ser estructurado”, decía McDowell, poco devoto a las novelas experimentales. The Amulet —su primer libro en ser publicado— ya lo revelaba como un estilista consumado. Habitualmente se considera aLos Elementales como su obra maestra y también era la novela favorita del propio autor. Cold Moon Over Babylon, de 1980, fue llevada al cine por Gri Furst en 2016. Y Blackwater, una saga de seis volúmenes, narra cincuenta años en la vida de la familia Caskey, cuyas mujeres tienen una extraña afinidad por el agua corriente.
Michael McDowell escribió guiones para televisión, entre ellos varios episodios de series antológicas como Tales from the Darkside, Historias asombrosas, Cuentos de la cripta. Para el director Tim Burton comenzó adaptando un cuento de Ray Bradbury, “La jarra”, que apareció en Alfred Hitchcock presenta, y luego escribió los guiones de Beetlejuice (1988) y El extraño mundo de Jack (1993).
Los últimos años de su vida los pasó dando clases de escritura de guiones en las universidades de Boston y Tufts. Falleció en 1999 a causa de una enfermedad asociada al VIH. Michael McDowell se especializó en coleccionar memorabilia de la muerte: ataúdes de niños, fotos de cadáveres, de cráneos, de escenas de crímenes, lápidas, mechones y broches de pelo, tarjetas y avisos fúnebres, cartas de condolencia. Todos los objetos de su colección fueron adquiridos por la Universidad Northwestern de Chicago y exhibidos en una muestra permanente en el año 2013.
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