Reseña: "La Última Hoja de la Margarita" de Nicolás Horbulewicz.
Bien vendría para empezar esta reseña un breve despliegue de los tipos de amor de los que se habla en filosofía o psicología. Sin embargo, basta con remontarnos a los primeros amores que hemos tenido para recordar la taquicardia, los nervios, los secretos, ese mirar de lejos sin animarse a hacer más o decir nada, las bromas de los demás que jugaban a exponernos, la contemplación. Y todo lo demás, todo el cosquilleo, mariposas en la panza y demás clichés. Seguramente, al menos tres de las palabras anteriores nos recuerden a una situación que hayamos vivido o presenciado. En pocas palabras, es lo que comúnmente se conoce como amor platónico.
En los cuentos de "La Última Hoja de la Margarita", Nicolás Horbulewicz nos presenta a personajes enredados en situaciones curiosas o insólitas, definitivamente inesperadas, por haber sido víctimas o amigos de víctimas del amor platónico, por haber idealizado a aquel amor de la infancia y no poder dejarlo ir. Es así que recorremos momentos dramáticos que se vuelven lúdicos o momentos lúdicos que se vuelven dramáticos, y acompañamos a los protagonistas a través de las locuras a las que se ven arrastrados por llevar los sentimientos a flor de piel. El amor, la amistad, las etapas de la vida, el romanticismo del recuerdo y las anécdotas que quedan para toda la vida atraviesan las páginas y cada una de las historias.
Acorde al estilo y al tono anecdótico y divertido de cada cuento, la pluma de Nicolás es descontracturada e informal, por lo que la lectura fluye con agilidad y generando cierta sensación de familiaridad. Como lectores, es fácil sentirnos como si estuviéramos escuchando una conversación de bar relajada, que nos regalará momentos de sensibilidad y ternura, así como remates divertidos y acciones inesperadas. Cada cuento se vuelve la historia de un grupo de amigos que acompañó a uno de sus miembros en aquellos momentos de delirio que genera el amor irracional e idealizado, hasta que en algún punto la situación es resuelta para bien o mal de los personajes.
Por otra parte, cabe destacar que, a pesar de lo lúdico mencionado anteriormente, a pesar de la anécdota, el ridículo y la risa, cada relato transmite sinceridad y cierta ingenuidad en el mejor sentido de la palabra. Ni la más jocosa de las historias es resuelta sin su dosis de sentimiento genuino, por lo que empatizaremos con ese enamoramiento que seguramente alguna vez sentimos. Esto genera una sensación positiva al final de cada historia, más allá de las situaciones que hayan sido atravesadas, y nos lleva a reencontrarnos con valores como la amistad, la lealtad, la aceptación y el amor real.
Mucho se ha dicho sobre amor platónico en libros, poemas, canciones y disciplinas diversas; y, sin embargo, todavía falta decir tanto, todavía tanto más se dirá al respecto. Esto es lo que deja la lectura, la sensación de que se ha dicho mucho y se dirá mucho más. Porque cada persona siente el amor en distintas formas y la transmite en distintas palabras.
Y porque, además del amor platónico, bien sabrán decir psicólogos, filósofos y enamorados del amor, también hay otros amores, igual de infinitos.
La Maga.
NICOLÁS HORBULEWICZActualmente reside en la ciudad de Rosario, provincia de Santa Fe.
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