Reseña: "Acá Todo puede Suceder" de Gianna Molinari.

 Todo puede suceder en cualquier momento y en cualquier lugar, una realidad vieja como el hombre pero que, como seres humanos, nos cuesta mucho procesar. Cuando uno vive, y los lunes y los jueves se repiten infinitamente, puede pasar que caigamos en esa ilusión tan tranquilizante e inquietante que es la zona de confort, esa cuestión de que siempre pasa lo mismo y todo se duplica y se multiplicará infinitas veces hasta que no quede vestigio de novedad alguno. Y, sin embargo, también puede pasar que nos quede fe en aquello imposible, lo que no vimos nunca, pero de todas formas esperamos. Un milagro.

De eso trata esta novela, "Acá Todo puede Suceder" de Gianna Molinari. En ella, conocemos a un personaje sumamente inquieto que se instala en una isla y es contratada por una fábrica para cumplir funciones temporarias de seguridad. En el transcurrir de una rutina monótona, los rumores de la existencia de un lobo en el área de la fábrica encenderán su curiosidad y la llevarán a imaginar, por cada detalle extraño que conozca, varias historias alternativas que juegan con la posibilidad de haber sido. De esta forma, descubrimos cómo el tedio de la rutina puede volverse fuente de infinitas hipótesis basadas en hechos reales que jamás sabremos a ciencia cierta.

Fiel a sus raíces, la prosa de Gianna Molinari es fría, precisa y limpia, lo cual nos sumerge en una historia libre de sentimentalismos y susceptibilidades. Tanto la protagonista como los demás personajes nos son presentados desde determinada distancia, la cual nos lleva a asumir su perspectiva con cierta sospecha. Tal vez alguna de las historias hipotéticas hayan sido la verdad y quien las imagina lo sabe, pero decide mantener su secreto. Así, queda en claro a través de las páginas que los personajes pueden ser algo ambiguos, más que nada en lo poco que la autora decide contarnos sobre ellos.

Por otra parte, el simbolismo del lobo es muy potente a lo largo de la obra. En la primera parte, el animal es meramente una idea, un rumor de pasillo que motiva a la protagonista a cumplir con su deber de observar las cámaras de seguridad constantemente, como lo es la protagonista para sus compañeros, un misterio que develar, algo que modifica la zona de confort. No obstante, es en la segunda y tercera parte de la novela donde su figura cobra relevancia, volviéndose la posibilidad de la aventura, de la adrenalina, del peligro, en un paralelismo con la evolución de la relación de los personajes.

Si algo queda claro de esta lectura, es que todos necesitamos algo que nos motive, sobre todo mientras nos toca vivir episodios monótonos, así sea un milagro real que desordene todo lo que conocemos como la posibilidad de imaginar situaciones hipotéticas absurdas y la fe de que algún día sean.
Se podría concluir, creo, en que es una novela de hipotéticos, donde como lectores también terminamos hipotetizando y esperando que suceda lo inesperado. 

Un reflejo claro de la vida misma, ¿no estamos todos esperando que aparezca un lobo, una historia que contar, y a la vez aterrados ante la posibilidad de que realmente aparezca?

La Maga.

GIANNA MOLINARIGianna Molinari nació en Basilea en 1988. Estudió Escritura Literaria en el Instituto de Literatura Suizo de Biel y Literatura Alemana Moderna en la Universidad de Lausana. Vive en Zúrich, donde cofundó el grupo de acción artística “Literature for World Events”, que tiene como objetivo ayudar a los refugiados en Europa. En 2017 ganó el Premio 3sat en Klagenfurt y en 2018 recibió el Premio Robert Walser. Acá todo puede suceder es su primera novela.