Reseña: "Las Aventuras de la China Iron", de Gabriela Cabezón Cámara.
En una tierra vasta y rica, disputada por distintas gentes, y por gentes digo pueblos, el desafío fue, en su momento unificar a los habitantes bajo una misma identidad. Identidad nacional, se dice, aquello que debería representarnos a todos por igual como país, el ideal que se formula cuando todavía no hay nada que nos una. Cuando Hernández escribió el Martín Fierro, imaginó gauchos, ejércitos, rebeliones batallas. Imaginó hombres protagónicos, complejos, valientes, si, pero no se le ocurrió también imaginar mujeres.
En "Las Aventuras de la China Iron", Gabriela Cabezón Cámara toma el desafío de responder por aquellas mujeres que son apenas mencionadas en la obra de Hernández. De esta forma, la mujer que Fierro abandona cuando se va con el ejército, la China que ganó en una partida de truco, toma el protagonismo y nos cuenta su historia de descubrimiento, identidad y crecimiento. En un viaje de desafíos, la lectura atravesará la historia que ya conocemos con nuevas preguntas y respuestas que tiñen cada momento con un tono fresco y audaz.
"Es difícil saber qué se recuerda, si lo que fue vivido o el relato que se hizo y se rehizo y se pulió como una gema a lo largo de los años, quiero decir lo que resplandece pero está muerto como está muerta una piedra."
La prosa de Cabezón Cámara está llena de poesías, de reflejos nítidos y mágicos de la naturaleza, de paisajes y una sensibilidad conmovedora. Las palabras son precisas para invocar las sensaciones necesarias y trasladarnos en un viaje único en compañía de personajes tristes y entrañables. Con cada uno de ellos, conoceremos una nueva historia que complejiza las emociones y actitudes. De esta forma, nos encontraremos, como ya fue dicho, con nuevas preguntas acerca de la libertad, la identidad, la familia y el crecimiento.
"Tenía conciencia plena de que todo viaje tiene un final; tal vez en eso, en la experiencia del tiempo como finito, radiquen el fulgor y el relieve de cada momento que se vive, sabiendo que se ha de volver a casa, en una tierra que no es la propia."
Por otra parte, se vuelve una lectura que pone en discusión el binarismo de género y la complejidad que nos caracteriza como seres humanos, así como la igualdad entre las personas y la riqueza de la diversidad. En este sentido, la sabiduría de la naturaleza cobrará importancia para que los personajes ejerzan la libertad de elegir cómo vivir. Así, incluso el mismo Martín Fierro o Hernández vendrán a contarnos sus verdades y a rebelarse contra los mandatos que les han sido impuestos en otras épocas.
"La vida tiene un complejo mecanismo para seguir siendo, derrocha, la cruel, su belleza, es su forma de hacernos y matarnos, así se hace a sí misma constantemente."
Cuando Hernández escribió el Martín Fierro, habrá imaginado muchas cosas pero difícilmente habrá pensado en una obra tan compleja desde tantas perspectivas como la que creó Gabriela Cabezón Cámara. Se diría que es muy difícil contar por segunda vez un clásico de la identidad nacional y estar a la altura. Sin embargo, la lectura deja, sin lugar a dudas, la sensación de que la autora le hizo justicia tanto a los personajes originales como a los que surgen de esta versión.
Una versión que complementa y enriquece en infinitos sentidos.
La Maga.
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