Reseña: "Química", de Weike Wang.
¿Qué une a dos personas? ¿Qué hace que se reconozcan de inmediato, que un cruce de miradas lo defina todo, que no encuentren a nadie más que genere la misma reacción? Se dice "química", se dice que "hay química" cuando una conversación se vuelve interminable, cuando aparecen las risas sin verdaderos motivos, cuando dos personas hacen que todo el entorno note una especie de sinergia que las rodea. Se dice "química", pero aunque las ciencias tiendan a ser exactas, las relaciones sociales son mucho más difíciles de explicar.
"Una cita: La realidad es una mera ilusión, aunque una muy persistente."
La prosa de Wang es, por sobre todas las cosas, científica, irónica y sumamente concisa. Sin rodeos y en pocas palabras, nos acerca episodios de la vida cotidiana, encuentros familiares o dilemas profesionales, acompañados de una definición química que nos orienta sobre su perspectiva al respecto. De esta forma, es muy sencillo encontrar empatía y que, página por medio, nos robe alguna sonrisa, especialmente si apreciamos las reglas de la lógica que funcionan en las ciencias exactas.
"Un proverbio chino: Fuera del cielo hay cielo. Fuera de las personas hay personas.Es la idea del infinito y también de que siempre habrá alguien mejor que tú."
Por otra parte, bajo este lente analítico, las emociones quedan controladas pero igualmente manifestadas, así como el contraste entre las tradiciones culturales y los impulsos que muchas veces tenemos a la hora de encontrar nuestros propios caminos. A través de cada página, acompañamos a la protagonista en un camino de autodescubrimiento con algunas notas de miedo a equivocarse, a la soledad y al rechazo. En este sentido, se vuelve una lectura muy actual que ilustra con claridad los sueños y miedos que aparecen en la vida mientras nos conocemos a nosotros mismos.
"Debes amar la química incluso cuando no está funcionando. Debes amar la química incondicionalmente."
Se dice que "hay química", y aunque seamos, como la protagonista, estudiantes de doctorado y especialistas en el tema, sólo conoceremos la química real cuando nos encontremos con ella frente a frente, con la gente que nos hace bien, con nuestro lugar en el mundo.
Y, por sobre todo, con nosotros mismos.
La Maga.
Weike Wang nació en Nankín y a los cinco años viajó con su familia a Australia, Canadá y Estados Unidos. Se licenció en Química en Harvard y luego hizo un doctorado en Salud Pública en la misma universidad. También cursó un máster en Literatura Creativa en la Universidad de Boston. Chemistry, que apareció en el presitigioso sello Knopf, se publicó en 2017 y fue recibida como una agradable sorpresa en los circuitos críticos no muy acostumbrados a que una joven científica demuestra talento literario. Por esta novela Weike Wang obtuvo el Whiting Award a autores emergentes, un premio que en su momento recibieron escritores como Saul Bellow y Seamus Heaney, y el PEN/Hemingway Award, dedicado a los mejores debuts en la ficción.
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