Reseña: "Tienes que Mirar", de Anna Starobinets.
Creo que, si cabía alguna duda, los últimos dos años nos dejaron en claro que lo esencial siempre fue, es y será la salud y la gente que trabaja en asistir a la salud de los demás. En este sentido, los sistemas de salud están (en muchos casos, porque siempre hay excepciones) preparados de la mejor forma para lidiar con cualquier enfermedad que pueda surgir en cuanto al organismo físico. Sin embargo, habría que ver si están preparados también para lidiar con la salud mental a lo largo de cualquier proceso.
En "Tienes que Mirar", Ana Starobinets nos cuenta en primera mano su experiencia luego de descubrir que su embarazo corre riesgo de requerir aborto por un defecto congénito. Con frialdad, dureza y humanidad, la historia se vuelve una fuerte crítica a la insensibilidad de algunos profesionales y de las instituciones encargadas de la salud en su país, Rusia, mientras recorremos el proceso psicológico de duelo de todo un grupo familiar.
"La expresión formal de la compasión en casos como este - hablamos de comunicación humana - es la norma. Es un estándar internacional, básico. (...) A veces, te cruzas con personas que consideran necesario decir "lo siento" o "qué pena", pero son la excepción. No existen rituales ampliamente aceptados para expresar la compasión. Tal vez piense usted que esto no es importante, que nada de esto alivia. Créame. Es importante. Y alivia."
Personalmente, me resulta destacable el valor de Ana Starobinets para escribir su historia de pérdida objetivamente y sin dejar que el dolor nuble los hechos. La prosa de la autora es fría, nítida y clara, sin dramas ni exageraciones innecesarias. La narración se limita a los hechos científicos de la condición médica diagnosticada para su bebé, así como a diálogos y episodios que acontecieron y que nos ayudan a sentir en carne propia la falta de empatía y humanidad que les tocó vivir a los protagonistas.
Además de constituir un fuerte llamado a reflexión respecto a la humanidad en los sistemas de salud, esta obra también explora la importancia de las palabras y cómo ellas pueden facilitar o dificultar los procesos psicológicos que atravesamos a lo largo de nuestra vida. Con ejemplos claves, la autora logra mostrar cómo un cambio sencillo en la forma de expresarnos puede herir o ayudarnos a sanar.
En definitiva, cualquier pérdida siempre será dolorosa y, aunque los profesionales y los sistemas de salud den lo mejor de sí, también puede pasar que sean inevitables. Sin embargo, también es esencial la compañía, la amabilidad y la empatía para que lo que nos toque vivir nos sea aún más alegre o mucho menos grave.
Al fin y al cabo, como dice el libro, "no hay ninguna razón para sentir dolor".
La Maga.
ANNA STAROBINETS
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