Reseña: "La Luna y las Fogatas" de Cesare Pavese.

 Hay frases en internet que dicen cosas como "un día jugaste a las muñecas por última vez y no lo supiste". Y en sí, lo que me lleva a pensar es en cuál fue el último día en que fuimos niños, cómo fuimos dejando atrás un mundo para volvernos las personas que somos hoy. Un día visitamos los lugares que marcaron nuestra infancia por última vez. Lo supimos?

"La luna y las Fogatas" es un libro en gran parte dedicado a esa sensación que genera volver a nuestro barrio, a nuestra casa, a nuestros recuerdos de la infancia y adolescencia, una vez que ya somos adultos. Después de un largo recorrido por distintos países y con un estilo de vida muy diferente, el narrador nos cuenta su experiencia y sus emociones al volver al lugar donde creció, el reencuentro con algunos conocidos y la nostalgia por quienes ya no están.

Con una prosa sumamente melancólica y reflexiva, Pavese ilustra con descripciones pictóricas detalladas los paisajes y momentos que fueron parte del crecimiento del protagonista, así como su presente impresión de los mismos sitios y los cambios que han sufrido. De esta forma, el autor logra contagiarnos la nostalgia, no sólo por los niños que fuimos, sino también por los amigos que crecieron con nosotros, los adultos que nos cuidaron y los momentos inolvidables.

Aunque por momentos las anécdotas breves y sin conexión se vuelvan abrumadoras, la lectura nos regala imágenes pictóricas increíbles, así como una experiencia reflexiva  que nos devuelve a nuestros propios recuerdos. A través de este espejo que Pavese crea, logramos ver quiénes somos hoy y recuperar la esencia que llevábamos de chicos.

Una vez nos tocó ser adultos por primera vez, tal vez un episodio repentino, tal vez el simple paso del tiempo. Y sin embargo, no creo que alguna vez hayamos sido niños por última vez. Tal vez siempre una parte nuestra nos observe desde nuestra infancia.

Y ojalá siempre tengamos presente esa mirada.

La Maga.

CESARE PAVESE

Cesare Pavese nació en Cuneo el 9 de septiembre de 1908, y falleció en Turín el 27 de agosto de 1950. Su padre murió cuando él tenía tan sólo seis años. Estudió en Turín, donde se especializó en literatura anglosajona y se licenció en letras con una tesis sobre Walt Whitman. Fue conocido como escritor, traductor y crítico, y contribuyó a la difusión de figuras como Faulkner, Steinbeck y Joyce. Fue lector y consejero de la editorial Einaudi, de la que fue cofundador. Su posición antifascista, que desarrolló en su etapa de director de la revista Cultura, le llevó a ser confinado por mantener correspondencia con un prisionero político, tras lo cual tuvo que refugiarse con su hermana en Serralunga di Crea.